Presentación de Elena de la Aldea

Elena de la Aldea
Nací en Barcelona durante un bombardeo, en mi casa. Mi madre y su hermana menor, ambas enfermeras, se hicieron cargo del parto hasta que llegó el medico, rato después.
Durante el embarazo mi madre miraba caer las bombas desde la terraza, en un 7o piso, pues temía los empujones de los refugios antiaéreos. Todo esto siempre me fue relatado con gentileza, sin dramatismos. Mi padre estaba en el frente de batalla No volvió.
Crecí allí, hasta que a mis 8 años mi madre decidió probar una mejor vida en América, ya que la de la postguerra española no era fácil, y menos para una mujer sola. Así es que nos embarcamos y llegamos a América, que en este caso se llamaba Argentina.
Aquí viví, estudié, me recibí de psicóloga en la Universidad de Buenos Aires y trabajé en el Policlínico Lanús, en el departamento de Adolescentes- También en Emaús, con los chicos de las villas de emergencia y también me casé y me separé al año.
Partí para Bélgica, donde hice una maestría y casi todo el doctorado... sobre problemas de la migración. Todos siempre trabajamos de nosotros mismos.
Volví en el 70, entré al Departamento de Psiquiatría Social, que ayudé a crear, también en el Hospital Lanús, donde yo trabajaba en el área comunitaria de Villa Jardín. Además de dar clase en la Universidad de Buenos Aires, analizarme 3 veces por semana, militar y volver a casarme. De allí partí en el 76 hacia México, con un marido, dos hijos y muchos compañeros perdidos.
Hasta el 87, de regreso a casa (una de mis casas), trabajé en la atención privada de pacientes, en los Centros de Integración Juvenil (en el tema de drogodependencia), hice un postdoctorado de 4 años en Grupos, trabajé con los exilados de las diferentes guerras latinoamericanas que llegaban refugiados a México, participé activamente en el proyecto México-Nicaragua dirigido por Marie Langer, para reconstruir el sistema de salud mental en Nicaragua, bajo el sandinismo. Allí todo lo que una sabía hacer servía: grupos, familias, parejas, trabajo de prevención en comunidades, trabajo institucional en el hospital, en el psiquiátrico, formación de profesionales a media carrera, todo era recibido y usado.
Aquí estoy, desde el 87, en Buenos Aires, viajando mucho a España, Chile, Canadá, México, etc.. Mis dos hijos viven en España, valga la paradoja. Trabajo en formación y cuidado de equipos, en capacitación en servicio de personal de Salud Mental, doy talleres de Constelaciones Familiares -en lo que me forme a mi regreso, trabajo con equipos que se ocupan de violencia doméstica y de abuso infantil en Chile, doy supervisiones, sigo siempre en la clínica privada (nunca la he dejado desde 1962). Doy clase en varias maestrías. Participo en varios colectivos y sigo estudiando.
Y agradezco la generosa invitación de Adriana, porque desde que me la hizo, hace varios meses, me he puesto a estudiar sobre algo fascinante.